Acostumbro a decir las cosas con la mitad de las palabras, que no con medias palabras. Oculto mis desdichas, pecados y extravagancias. Desfiguro mis errores como anécdotas crueles. Guardo en lo más profundo de mi alma secretos insondables que se dejan seducir por el silencio. Me cuesta Ser y que lo veas, que me identifiques tan fragil e inestable como ya nunca pensé poder sentirme.
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