Ya casi al final de mi proceso, me encuentro autodesmontándome, reduciendo mis temas y mis preocupaciones a esqueletos operísticos donde lo que interesa es el canto, y no tanto la historia.
Me reinvento en cada reiteración; me salto las reglas de mi propio juego. Sin más criterio que la necesidad, sin más obligaciones que terminar mis piezas, sin más ataduras que las que impone el espectador…
Leave a Comment